LA HISTORIA DEL GIN TONIC

En 1783, Johann Jacob Schweppe, un joyero de origen alemán residente en la ciudad suiza de Ginebra, inventa un sistema eficaz con el que introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua envasada en botellas.

Fundó entonces una compañía a la que puso su nombre y la estableció en Londres, capital europea de la época, donde primero el agua con gas y luego las sodas de frutas hicieron furor.

No fue hasta 1870, a partir del gran crecimiento que había tenido la producción de jarabes medicinales en la farmacia anglosajona, cuando J. Schweppe & Co tuvo la idea de incluir quinina en la soda carbonatada de naranja para producir agua tónica; una bebida que además de refrescante era un medicamento para combatir el paludismo.

Para celebrar las sucesivas victorias de las tropas británicas en la India, un alto oficial británico propuso añadirle ginebra a la tónica para fabricar un combinado alcohólico, además de para rebajar el sabor que por entonces tenía la bebida, muy superior al actual; no está claro si se escogió la ginebra por aludir a la ciudad donde residía Schweppes al inventar la tónica o si fue debido las propiedades medicinales que desde la antigüedad se han atribuido a la ginebra.

Otra versión del origen asegura que el combinado de ginebra con tónica nace precisamente debido a las propiedades de la quinina para combatir la malaria. Los soldados británicos desplazados a la India comenzaron a combinar la tónica con la ginebra para poder mejorar el sabor de la primera.

De esta manera comienza el Gin Tonic, que rápidamente se extendió por todo el planeta.

LA HISTORIA DE LA GINEBRA

La ginebra se originó en los Países Bajos durante el siglo XVII. Se da crédito por su invención al doctor Franciscus Sylvius.

Se popularizó su consumo en Inglaterra tras la Revolución Gloriosa (Glorious Revolution) que acabó instaurando a Guillermo de Orange en la corona británica. La ginebra holandesa es conocida como jenever o genever, y es diferente del estilo inglés, en el cual la bebida se obtiene de un destilado de cebada y en algunas ocasiones se envejece en barricas de madera. La jenever por regla general posee un contenido inferior en alcohol y un sabor más fuerte que su equivalente londinense.

La ginebra se hizo muy popular en el siglo XVIII en Inglaterra cuando el gobierno permitió su libre distribución al mismo tiempo que fijó un fuerte sistema de tasas a todas las bebidas alcohólicas importadas. Esto hizo que se creara un mercado de bebidas de baja calidad que empleaba la cebada que no era adecuada para la elaboración de la cerveza. Se empezaron a abrir cientos de tiendas que vendían el producto por toda Inglaterra. En el año 1740 la producción se incrementó seis veces más que la de la cerveza y debido a su precio extremadamente económico se hizo muy popular entre las clases bajas, que empezaron a adquirirla.

En aquella época, de los 15.000 establecimientos de bebidas que había en Londres, más de la mitad eran tiendas de distribución de ginebra. Debido a la presión de la demanda, se empezó a adulterar con agua. De esta forma la ginebra produjo diversos problemas de salud pública y pronto empezaron a subir los índices de mortalidad. La reputación que adquirió la bebida quedó retratada por el ilustrador William Hogarth en sus obras Beer Street y Gin Lane (1751). Esta reputación negativa sobrevive hoy en día en el idioma inglés cuando se emplea la expresión “gin-mills” para describir lo poco reputable que es algo, así como cuando se dice la frase “Mother’s Ruin” para mencionar la bebida.